13 de junio de 2025
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Como ha sucedido en sus últimos enfrentamientos, Lota Schwager y Naval volvieron a verse las caras en un choque decisivo. Esta vez, en la final del Octogonal del Biobío, los mineros hicieron valer su localía y se impusieron 3-1, celebrando la vuelta olímpica en el estadio Federico Schwager, que solo permitió el ingreso de público local.

El primer tiempo comenzó con un claro toque de cautela. Ambos equipos se mostraron muy tácticos, sin arriesgar demasiado, y las oportunidades fueron limitadas. La jugada más destacada antes de la pausa fue un tiro libre de Ignacio Sepúlveda, que pasó cerca del arco minero, pero no pasó a mayores. Sin embargo, cuando todo parecía indicar que se irían al descanso sin goles, apareció Johan Munives. A los 42 minutos, el delantero corrigió un remate de un compañero con un cabezazo que descolocó al arquero rival, Gajardo, y puso el 1-0, un gol que marcaría un antes y un después en el encuentro.

La segunda mitad arrancó con más acción. A los 53 minutos, un agarrón de Benítez sobre Munives dentro del área fue sancionado como penal por el árbitro Obregón, a pesar de las protestas de los jugadores de Naval, quienes alegaban que la falta había ocurrido fuera del área. El árbitro no dudó, y uno de los jugadores más exaltados fue Diego González, quien, al ser amonestado, perdió la calma y fue expulsado tras agredir al árbitro con un pechazo, lo que provocó un altercado que solo pudo ser controlado por sus compañeros y rivales.

A pesar del incidente, Munives se mostró imperturbable y, con un potente disparo al centro del arco, batió a Gajardo para poner el 2-0. La tensión aumentó rápidamente en el campo, mientras el árbitro no lograba calmar los ánimos.

En el minuto 67, Farías descontó para Naval con un excelente cabezazo cerca del área chica, lo que reavivó las esperanzas de los choros. Sin embargo, apenas dos minutos después, Lota Schwager respondió. Chandía aprovechó un error defensivo de Naval y, con un globito desde fuera del área, puso el 3-1 definitivo, un gol que terminó con las ilusiones de Naval.

A medida que el partido avanzaba, el árbitro sacó tres tarjetas rojas adicionales: dos para Lota Schwager y una para Naval, lo que reflejó la creciente tensión en el encuentro.


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