
Huachipato no solo perdió un partido. Perdió el impulso, la confianza… y el invicto. En un duelo clave, Cobresal fue más inteligente, más efectivo y más letal: con un golazo de tiro libre de Jorge Henríquez en el primer tiempo, el equipo nortino se llevó tres puntos de oro desde Talcahuano y dejaron a los acereros con las manos vacías.
El tanto, quirúrgico e inesperado, descolocó por completo a la defensa local y dejó sin reacción al arquero Rodrigo Odriozola. Fue un golpe certero del que Huachipato nunca logró recuperarse. A pesar de controlar la pelota por largos tramos, el equipo de Jaime García volvió a mostrar carencias: poca profundidad, imprecisión en el último pase y una alarmante falta de ideas frente al arco rival.
Para empeorar las cosas, en los minutos finales, Diego Céspedes vio la roja directa y dejó a Cobresal con uno menos, pero ni siquiera eso alcanzó para encender la chispa de la remontada. Cobresal se defendió con el alma y selló un triunfo que puede marcar un antes y un después en su campaña.
Con esta caída, Huachipato no solo dice adiós a su invicto, también pierde terreno en la pelea por la cima. Y mientras rivales como Palestino, Audax Italiano y Coquimbo Unido no frenan su marcha, la presión empieza a sentirse. Si no despiertan pronto, el sueño del título puede volverse una pesadilla.