
El 2025 comenzó turbulento para Deportes Concepción. El fallo tardío de la Segunda Sala, que definía su permanencia en la Primera B, impactó directamente en la planificación deportiva del club. Sin claridad sobre su categoría, el «León de Collao» armó su plantel con miras a competir en la Segunda División Profesional, lo que condicionó la llegada de refuerzos calados y la posibilidad de preparar amistosos que le dieran ritmo competitivo.
La incertidumbre también afectó en lo institucional: la ANFP exigió al club asumir una deuda para poder participar en el campeonato. Con toda la inversión ya hecha y una hinchada ávida de dejar atrás los años en el infierno de la Segunda Profesional, no había margen para rechazar la imposición, aun cuando dejaba al club contra las cuerdas.
Un arranque difícil y lleno de dudas
El debut frente a Deportes Temuco el 21 de febrero, con empate 2-2, dejó al descubierto las consecuencias de una pretemporada interrumpida: desajustes defensivos, falta de precisión, escasa identidad colectiva y niveles individuales bajos . Luego vinieron tres derrotas consecutivas frente a Antofagasta (3-1), Recoleta (0-1) y Santa Cruz (2-0), esta última en una cancha en malas condiciones que impedía practicar el juego de posesión que el DT Manuel Suárez intentaba implementar.
Pese a los resultados adversos, el cuerpo técnico mantuvo la convicción. Aunque los hinchas comenzaban a impacientarse, Suárez entendía que los partidos oficiales serían su verdadera pretemporada.
La Copa Chile: el punto de inflexión
El punto de quiebre llegó desde donde nadie lo esperaba: la Copa Chile. Frente al líder de Primera División, y con el DT ausente por cumplir el castigo por expulsión , el «León» rugió con fuerza y venció por 3-2, a Palestino en una actuación descollante. Ese partido no solo devolvió la confianza al grupo, sino que demostró que la solidez defensiva y la competitividad estaban emergiendo en el momento justo.
El envión anímico se trasladó al torneo, ante Curicó Unido, Deportes Concepción remontó 2-0 en contra para terminar imponiéndose por 3-2. Luego, en Collao, vencieron por 2-0 a Deportes Copiapó, uno de los aspirantes al ascenso. El equipo mostraba flexibilidad táctica, orden defensivo y una creciente confianza colectiva. además de alza en algunas individualidades.
La racha que cambia la historia
El clásico frente a Universidad de Concepción en la séptima fecha fue otra prueba superada. Con experiencia y oficio, el «León» se impuso 2-1 ante un equipo joven pero intenso. La remontada ya era un hecho. Con solidez defensiva, puntos altos individuales y una idea clara de juego, Deportes Concepción volvía a ser protagonista.
Por razones logísticas, invirtieron la localía ante Santiago Morning y jugaron en La Pintana. Lejos de ser una desventaja, el césped en buenas condiciones favoreció el estilo del equipo, que respondió con un sólido 0-3 a domicilio.
De la incertidumbre al protagonismo
Hoy, el «León de Collao» se ha transformado en la vedette del campeonato. Con una seguidilla de triunfos, un estilo definido y una hinchada nuevamente ilusionada, Deportes Concepción vive un renacer inesperado pero merecido.
“El torneo es duro e irregular. El que logre estabilidad y regularidad, se lleva el ascenso”, ha reiterado Manuel Suárez. El equipo ya se siente seguro, juega con identidad y sabe competir. Lo más importante: ahora, los rivales lo miran con respeto.
El «León» está de regreso. Rugiendo fuerte. Y esta vez, parece que vino para quedarse.